A un siglo de la masacre obrera que conmovió Ecuador
El 15 de noviembre, al cumplirse cien años del gran levantamiento de trabajadores y trabajadoras, hombres y mujeres del campo y la ciudad se reunieron en la ciudad de Guayaquil, a conmemorar a sus muertos y muertas.
Bajo el lema “No más cruces sobre el agua” levantaron sus voces en una gran marcha y acto ritual. A pocos días de la cumbre empresarial entre China y países de América Latina y el Caribe, los ecuatorianos y las ecuatorianas dijeron “¡Basta!” contra el mal llamado “libre comercio” y por el buen vivir de los pueblos.
Memoria contra el olvido y por un presente de lucha
La masacre de obreros del 15 de noviembre de 1922 fue una matanza de trabajadores perpetrada por el Ejército del Ecuador en Guayaquil. Fue una respuesta a la Huelga general de noviembre de 1922, autorizada por el entonces presidente de la república, el liberal José Luis Tamayo. La masacre tuvo lugar luego de que los trabajadores iniciaran una marcha multitudinaria para exigir la liberación de compañeros detenidos.

El evento ha cobrado gran importancia en la historia sindical de Ecuador y es recordado como el “bautismo de sangre de la clase obrera ecuatoriana”. La fecha es rememorada todos los años por organizaciones de trabajadores, quienes colocan ofrendas florales y cruces en el Río Guayas en honor a los asesinados y asesinadas.